Focalizar; de la Concentración a la Dispersión.

Dra. Silvia Aguilar

A qué grupo de personas perteneces, aquellas que tienen que releer el párrafo completo porque avanzas en la lectura pero no entendiste nada, o de las que pierden tiempo buscando cosas que traes en la mano o que llegas a una habitación sin saber que ibas a hacer. Tal vez eres del grupo de personas que pueden mantenerse concentradas en su trabajo sin importar el ruido externo o el movimiento de personas que entran y salen y hasta pueden trabajar escuchando Heavy Metal en sus audífonos.

Si deseas evaluar tu capacidad de atención mediante un divertido test, te comparto esta liga de la página de Psicoactiva, yo hice el primer nivel y me sorprendieron los resultados: Pica Aqui

La Atención es un importante “activo mental” que Daniel Goleman define como la capacidad mental indispensable que nos ayuda a definir el escenario de nuestros procesos mentales y vivir una vida plena; porque la Atención nos ayuda a regular nuestras emociones ya que nuestros circuitos neuronales de la atención selectiva incluyen mecanismos de inhibición de la emoción. En otras palabras, las personas que tienen una mayor capacidad de atención y focalización, tienen también una mayor capacidad de controlar sus emociones.

Existen dos tipos de distractores: Los Sensoriales que son aquellos que involucran todos nuestros sentidos y nos distraen cuando realizamos una tarea, por ejemplo: el olor a gas, el ruido de una ambulancia, el llanto de un bebé o un anuncio llamativo en internet que hace que olvidemos la información que estamos buscando. Los Emocionales, por ejemplo: El enamoramiento, que nos hace estar en las nubes, las preocupaciones por deudas económicas, el estrés o la ansiedad, un problema familiar o el que nos sintamos infelices en el lugar donde trabajamos.

Las personas que mejor se concentran son relativamente inmunes a ambos tipos debido a que pueden lograr armonía neuronal y mantener un estado cerebral óptimo mediante el autocontrol y la autorregulación desconectándonos de los distractores emocionales. Son aquellas capaces de mantener la calma dentro del caos emocional. Lograr armonía neuronal, no significa que restemos importancia a las emociones, significa que podemos regularlas de manera que éstas no interfieran en nuestra concentración para llevar a cabo una tarea. Hacer lo que nos gusta y nos hace sentir realizados y felices favorece la armonía neuronal. Disfrutar de nuestro trabajo puede resultar una excelente manera de sintonizar o canalizar nuestras emociones y por qué no alcanzar el Estado de Flujo al que Daniel Goleman describe como experimentar lapsos haciendo lo que amas estando completamente absorto en lo que hacemos.

Una manera de entrenar nuestra atención es mediante Mindfulness o atención y conciencia plena en español, es la capacidad que tenemos para “estar en el mundo”, reconocer lo que está sucediendo mientras está sucediendo y fluir con la experiencia, sea agradable o desagradable.

Les comparto la definición de Minfulness de Jon Kabat-Zinn que por cierto me ayuda mucho a focalizar en este momento de vida:

“Prestar atención de manera intencional en el momento presente, sin juzgar”.

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