Las Maravillas de “El Caminar” como Ejercicio.

Dra. Andrea Quijas Aguilar
walk1

Las personas que me conocen, saben que tengo una extraña enfermedad que me provoca el evitar a toda costa ejercitarme. Y esto la verdad lo puedo atribuir a la sabiduría de la edad. En la secundaria le sacaba al parche a correr como loca en la cancha, a hacer abdominales y esas prácticas antediluvianas de la clase de deporte; sin embargo estaba en el equipo representativo de volley, basket y futbol. Creo que el diferenciador tenía que ver con la parte lúdica, podía jugar horas y horas y me divertía mucho; correr como hámster en rueda… no tanto.

Entrando a la prepa, me dio por ir al gimnasio, yo iba hacia lo que dios me daba a entender y no me gustaban mucho los entrenadores pues me mentían. Mi argumento inicial era; no me gusta hacer ejercicio por que duele. Ellos decían, no… no duele. Pasaban los días y yo embaradísima “¿Cómo que no duele?” a lo que me contestaban, bueno si duele pero te acostumbras. Semanas de incapacidad de caminar normalmente o alzar la mano me llevaban a reclamar una vez más; a lo que respondían, “Bueno no te acostumbras, pero te empieza a gustar”. Y si la excepción confirma la regla, la están leyendo; No me acostumbro a que me duela, no me gusta sentir dolor y con toda honestidad, medio me pone de malas andar toda mallugada. Después de 6 esguinces en ambos tobillos, algunos con fisuras; dolores crónicos de espalda por problemas en L5, y años de fumadora feliz me llevaron a tener una razón medio válida para dejar de ejercitarme al “alto impacto”.

Ya después intenté el Yoga, el Pilates y me encantaron; no sé si el aspecto de la meditación intrínseca, de buscar tu propio equilibro era lo que más me gustaba, pero me hacía feliz. Y fue entonces que me di cuenta que el ejercicio no lo hago para bajar de peso, reafirmar, mostrar cuerpo de bikini; tengo que encontrar algo que me haga feliz y me haga tener una vida más saludable. Pasó mucho tiempo y tenía siempre en mi mente en buscar una alternativa que me permitiera ser saludable de acuerdo a mi estilo de vida; y así encontré las maravillas del caminar.

Para caminar no tienes que comprarte el tenis de moda ergonómicos con brillitos en la obscuridad, ni tienes que salir de la ciudad para hacer campo traviesa; claro que esto no está en contra del caminar, los quiero nombrar accesorios del ejercicio. Lo importante de caminar esta en hacerlo un proceso consiente; nosotros tenemos la posibilidad de caminar constantemente, podemos ir a la tiendita de la esquina caminando en lugar de sacar el coche, podemos tomar una llamada telefónica y caminar al hablar (de hecho, ¿sabías que si cuando tienes que resolver un problema caminas en ochos, es más fácil que tu cerebro encuentre una solución alternativa?)

Estudios hechos en el Colegio Trinity de Dublín descubrieron que caminar solo 150 minutos a la semana incrementa tu bienestar. Eso es solo media hora diaria! en 5 días!! La mejor forma de beneficiarte de estas mini caminatas es que sean naturales para ti; si quieres caminar como maratonista, o con tacones, dividiendo los 30 min en 2 sesiones de 15 minutos, dando vueltas en el jardín, mientras estas en el teléfono contando el chisme, no importa; el hecho de que hayas dado el primer paso hacia tu caminata consciente es ya un logro.

Cuando nosotros caminamos, muchos de los órganos y sistemas de nuestro cuerpo, como músculos, huesos, corazón, pulmones, cerebro, sistema nervioso y órganos sensoriales están trabajando juntos. Por lo tanto entre más camines, más se ejecutan, toman fuerza y entrenan esas partes. ¿Qué más beneficios hay?

Balance: Como trabajas con los músculos de tus piernas, brazos y región abdominal, esto ayuda a mantener el balance en tu cuerpo, lo que hace que en el futuro tengas menores riesgos de caerte.

Peso corporal: Es un ejercicio que requiere energía, pues el cuerpo quema grasa; sin embargo aquí lo importante es que al mantener un peso corporal saludable tu riesgo de diabetes disminuye.

Disminuye las afecciones cardiacas: Tu corazón incrementa tu ritmo cardiaco lo que hace que baje la presión arterial y el riesgo de tener enfermedades cardiacas. Mejoras también la circulación y eso ayuda a tu sistema inmune (Yeiiii menos gripas) y a tener mejor cutis.

Crea masa ósea: Lo que nos ayuda a reducir el riesgo de osteoporosis y fracturas de cadera.

Endorfinas: El ejercicio libera endorfinas que son estas hormonas que ayudan a que nos sintamos bien, esto hace que tengamos mejor humor, bajando el estrés, la depresión y la ansiedad. Esta liberación de químicos en nuestro cerebro, ayuda a bajar el riesgo de contraer Alzheimer y decaimiento cognitivo.

Hipócrates lo dijo antes que nadie, “Caminar es la mejor medicina del hombre”. Ni él te convence? Pues mira es gratis, no necesitas de ningún lugar físico especial para ello, puedes empezar cuando quieras, oír música, juntar a tu bolita de amigos o pasear a tu perro. El chiste es que lo disfrutes, y aproveches 30 minutos hoy como inversión a tu cuerpo y bienestar futuro. Si yo pude, tu puedes!

Si tienes algún comentario o quieres estar en contacto con nosotros te invitamos a darle like a nuestra Fan Page: AQUI o escríbenos a andrea.quijas@well-being.com.mx Si quieres un acompañamiento personalizado para algún proyecto que tengas en mente puedes visitarnos en www.well-being.com.mx

Deja un comentario